lunes, 12 de octubre de 2015

TODOS DEBERÍAMOS SER FEMINISTAS

Charla de la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, en el TEDxEuston, en 2013. 


Wangari Maathai, keniana, Premio Nobel de la Paz, en 2004: Entre más alto subas, menos mujeres hay.

Un hombre y una mujer, haciendo el mismo trabajo, con las mismas capacidades, y el hombre recibe más salario por ser hombre.
La persona con más probabilidades de ser líder ya no es la persona fisicamente más fuerte; es la persona más creativa, la más inteligente, la más innovadora, y no hay hormonas para estos atributos. Un hombre tiene la misma probabilidad que una mujer de ser inteligente, de ser creativo, de ser innovador.

Ejemplos de micromachismos: ella da la propia y se le agradece al hombre que la acompaña; preguntas impertinentes por entrar sola en un hotel de elevada categoría o no poder acceder a bares o discotecas de Lagos (capital de Nigeria), tienes que ir acompañada por un hombre; los camareros que ignoran a las mujeres cuando estas van acompañadas por un hombre. Cada vez que me ignoran me siento invisible, me siento triste. Quiero decirles que soy tan humana como el hombre, y que tengo el mismo derecho al reconocimiento. Estas son cosas pequeñas; pero, a veces, son las pequeñas cosas las que más duelen.
El hombre tiene que pagar, aunque tenga el mismo dinero que la mujer. El anillo de casada que se pone la mujer soltera para no sentir la presión masculina. El cuestionamiento sobre el comportamiento de la mujer cuando esta es violada. El significado de la expresión "buena esposa". El feminizado mundo de la cocina en el que, cuando han entrado los hombres, se convierten en "chefs". Quién se ocupa del trabajo doméstico en el momento en que tanto el hombre como la mujer trabajan fuera. La importancia de la apariencia, mucho mayor en el caso de la mujer, en una reunión de negocios.

Debemos educar a nuestras hijas de forma diferente. Debemos también educar a nuestros hijos de forma diferente. Hacemos un gran daño a nuestro hijos por cómo los educamos; reprimimos la humanidad de los niños. (...) Enseñamos a los niños a tener miedo del miedo. Les enseñamos a tener miedo de la debilidad, de la vulnerabilidad. Les enseñamos a enmascarar sus verdaderas personalidades, porque tienen que ser (...) "¡hombres duros!" (...) Lo peor que hacemos a los hombres con hacerles creer que tienen que ser duros es que los dejamos con egos muy frágiles. (...) Y entonces hacemos mucho más daño a las niñas porque las educamos a atender los egos frágiles de los hombres. Enseñamos a las niñas a inhibirse, a hacerse más pequeñas. Les decimos a las niñas: "Puedes tener ambición, pero no mucha. Debes buscar el éxito, pero no mucho; si no, serás una amenaza para el hombre." Si eres quien trae el dinero en tu relación con el hombre, tienes que intentar que no sea así, especialmente en público; si no, lo vas a castrar. (...) Les enseñamos a las mujeres que en las relaciones (con los hombres), ceder es lo que las mujeres hacen. Educamos a las niñas a verse entre ellas como rivales, no por un trabajo o por logros, (...), sino por la atención de los hombres. 

Educamos a las niñas con vergüenza: "Cierra las piernas", "Tápate". Las hacemos sentir como si, por haber nacido mujeres, ya son culpables de algo. Y así, las niñas crecen para ser mujeres que no pueden ver lo que desean. Crecen siendo mujeres que se autosilencian. Crecen siendo mujeres que no pueden ver lo que realmente piensan, y crecen para ser mujeres que se convierten en una forma artificial.

El problema con el género es que indica cómo debemos ser en vez de reconocer cómo somos. Cuánto más felices seríamos, cuánto más libres al ser nosotros mismos realmente si no tuviéramos el peso de las expectativas de género. (...) ¿Qué pasaría si, al educar niños y niñas, nos centramos en su capacidad en lugar de en el género?

El género y la clase son diferentes formas de opresión. El género importa: los hombres y las mujeres experimentan el mundo de forma diferente. Pero podemos cambiar eso. 

Algunos dirán que las mujeres tienen el poder real (...). Es una expresión que significa (...) que una mujer utiliza su sexualidad para obtener favores de un hombre. No es poder en absoluto (porque es) el poder de alguien más. 

Soy feminista. Y cuando busqué la definición en el diccionario (...) decía: "Feminista. Persona que cree en la igualdad social, política y económica de los géneros." (Por cierto, no es esta la definición que aparece en el Diccionario de la Lengua española). Mi propia definición de feminista es: un hombre o una mujer que dice: "Sí, hay un problema con el género hoy, y debemos corregirlo.  

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