Carmen Ruíz Repullo ha creado la historia de Pepa y Pepe, una pareja de 16 años, mediante la que podemos apreciar los distintos peldaños que constituyen la escalera de la violencia de género en parejas adolescentes. No recomendado para 1º y 2º de la ESO.
En principio, Pepa y
Pepe solamente se ven los fines de semana, pero mantienen contacto a diario por
el móvil. Pepe cada vez le manda más whatsapp a Pepa, menos cariñosos, y poco a
poco la obliga a borrarse de los grupos donde haya chicos. Finalmente le pide
las contraseñas de sus redes sociales y va analizando sus movimientos.
Un día, la pareja se
va a cenar para celebrar el cumpleaños de Pepa. Ella lleva un vestido nuevo,
ajustado y corto, y Pepe se enfada y le reprocha que así va a provocar a todos
los chicos. Cada vez que Pepa se pone alguna prenda ajustada, Pepe se cabrea y,
de este modo, consigue que Pepa cambie su forma de vestir. Ella sube el PRIMER
PELDAÑO de la escalera de la violencia: control de redes sociales y forma de
vestir.
Pepe siempre le dice
a Pepa que sus amigas le miran mal y no le gusta que salga con ellas porque
ninguna tiene novio y, según él, quieren tontear con todos los chicos.
Pepa cada vez está
más aislada, pero sigue yendo a zumba los martes y los jueves. Un día, Pepe la
llama diciéndole que se aburre y que no sabe qué hacer. Pepa le sugiere que la
acompañe hasta el polideportivo de Oñón. Cuando llegan, Pepe empieza a decirle
que ella no está pendiente de él y que no le quiere. Ella le intenta convencer
de que le quiere mucho, pero él no la cree. Cuando Pepa mira el reloj, ve que
se le ha hecho tarde y decide no entrar a la clase. Desde ese día, todos los
martes y los jueves Pepe convence a Pepa de que se quede con él. Las constantes
ausencias a zumba no le permiten actuar en la gala benéfica de San Juan, por lo
que decide dejarlo para estar todos los días con Pepe. Sube el SEGUNDO PELDAÑO
de la escalera de la violencia: aislamiento de las amistades y de las
aficiones.
Este año Pepa tiene
el viaje de estudios a Italia y emocionada se lo comenta a Pepe. Pero a él no
le gusta la idea y le dice que, si se apunta al viaje, traerá consecuencias
negativas para la relación, por lo que Pepa decide no ir con sus compañeras y
compañeros al viaje de estudios.
Los enfados de Pepe
cada vez son más comunes y le echa la culpa de todo lo negativo que, según él, le pasa. Pepa sube el TERCER PELDAÑO de la
escalera de la violencia: chantaje y culpabilización.
La pareja lleva
cuatro meses saliendo y desde hace tiempo Pepe le pide iniciar relaciones
sexuales, pero Pepa no está segura, tiene miedo a quedarse embarazada, por lo
que siempre pospone el tema. Un día que se ha quedado solo en casa, Pepe la
invita a ver una película. Cuando están en el sofá, Pepe empieza a meterle mano
por debajo de la falda, pero Pepa se la quita una y otra vez, y se siente cada
vez más incómoda. Él acaba enfadándose, se levanta y se va. Pepa intenta
calmarlo, pero Pepe le dice que, si lo quisiera, se lo demostraría. Ella, al
final, sintiéndose acorralada y muy incómoda, acepta mantener relaciones
sexuales. Sube así el CUARTO PELDAÑO de la escalera de la violencia: agresiones
sexuales bajo falso consentimiento.
Un día, la pareja va
paseando y ven a las amigas de Pepa tomando algo en las terrazas del parque.
Pepa va corriendo a saludarlas y las abraza efusivamente, pero cuando acaba, se
da cuenta de que Pepe no está y se despide de sus amigas para ir junto a él.
Cuando se encuentra, él está enfadado y le empieza a decir que no la soporta,
que parece imbécil comportándose así. Pepa se siente mal y no vuelve a saludar a
sus amigas de la misma manera. Sube así el QUINTO PELDAÑO de la escalera de la
violencia: desvalorizaciones y humillaciones.
Pepa, cansada ya de
sus enfados, le dice que no aguanta más y que tienen que hablar. Él se cabrea y
empieza a darle patadas a un banco. Ella, asustada, intenta calmarlo, pero Pepe
empieza a insultarla de nuevo y se va para su casa.
A la semana
siguiente, Pepa se acerca hasta la casa de él porque está preocupada ya que en
este tiempo no se han comunicado. Cuando llega, comienzan a hablar de lo
ocurrido y, de repente, le suena el móvil a Pepa. Pepe, al ver que es un chico,
se cabrea, lanza el teléfono contra la pared y lo rompe. Ella se asusta y se va
corriendo diciéndole que la relación se ha acabado.
Pepe intenta ponerse
en contacto con ella, pero como no tiene móvil, decide comprarle uno y se lo da
al día siguiente. La convence de que va a cambiar. Pepa, aunque está muy dolida,
decide darle otra oportunidad. Sube el SEXTO PELDAÑO de la escalera de la
violencia: la intimidación.
Tras una semana de
tranquilidad, Pepa le comenta a Pepe que el sábado van a salir todas sus amigas
por Oviedo a celebrar el cumpleaños de una de ellas y que le encantaría ir. A él
no le gusta el plan e intenta convencerla para que no vaya, pero ella insiste.
Pepe se enfada mucho y comienza a insultarla; ella le dice que no aguanta más y
se va.
Cuando llega a la
esquina de la calle, ve que él la está persiguiendo, e intenta huir, pero Pepe
la alcanza y la agarra del pelo. Ella se asusta y le dice que la suelte. Él
contesta que no puede más, que la quiere mucho y que no puede estar sin ella.
Pepa se pone a llorar y comienzan a hablar hasta que Pepe la convence de nuevo
para no dejarlo. Pepa sube el SÉPTIMO PELDAÑO de la escalera de la violencia:
agresiones físicas iniciales.
Pepa sabe que la
relación no va bien, está confundida y no sabe qué hacer, así que le cuenta su
situación a una amiga quien le aconseja que lo deje.
Pepa habla con Pepe
esa misma tarde, y le comenta que quiere un tiempo, que está agobiada y
necesita pensar si quiere seguir o no con la relación. Él comienza a ver
peligrar la historia y le contesta que no puede estar sin ella, que no va a
superarlo, que va a cambiar; también la chantajea diciéndole que, si lo deja, la
matará y luego él se suicidara. Pepa sube el OCTAVO PELDAÑO de la escalera de
la violencia: amenazas.
Tras un par de días
de “luna de miel”, Pepe invita a Pepa a pasar el fin de semana en su casa, ya
que su familia se ha ido de viaje. Una vez allí, comienzan a mantener
relaciones sexuales, y él le pide una penetración anal. Pepa acepta, pero le
duele mucho y le pide que pare. Él la ignora y sigue. Cuando Pepe acaba, ella
le dice que no le ha gustado, que le ha dolido mucho y que no quiere volver a
repetirlo, pero él se muestra indiferente. Pepa sube el NOVENO PELDAÑO de la
escalera de la violencia: agresión sexual con fuerza.
Desde ese día, la
situación es cada vez más insoportable para Pepa pues se encuentra triste todo
el día. Le comunica a Pepe que definitivamente quiere dejarlo, porque está
harta. Él se cabrea, y la coge del pelo y del cuello. Ella intenta irse, está
aterrorizada. Pepe comienza a pegarle puñetazos y patadas, y acaba tirándola al
suelo. Pepa ha llegado al DÉCIMO PELDAÑO de la escalera de la violencia:
violencia física severa. Si ella misma, o ayudada por alguien, no consigue
salir de esa relación, su vida corre serio peligro.
Si te has visto
reconocida en alguna de las situaciones de esta historia, no lo dudes, llama al
O16. Es un teléfono gratuito, funciona las 24 horas del día, todos los días, y
no deja registro en la factura.
Andrea Blanco Pardo.
Alumna en prácticas
del Ciclo Formativo de Grado Superior de Promoción de la Igualdad de Género
(IES Cerdeño).
La escalera de la violencia en Prezzi.
Conferencia de Carmen Ruíz Repullo, creadora de la historia de Pepa y Pepe.
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