El
10 de marzo, Amnistía Internacional presentó en el IES El Batán su campaña “Mi
cuerpo, mis derechos”. Transcribimos la charla impartida al alumnado de 3º de
ESO y la acompañamos de los vídeos correspondientes.
Hace
más de 60 años, la ONU aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos
que, desde entonces, debe ser respetada por todos los países firmantes.
Peter
Benenson, un abogado londinense, leyó un día una noticia sobre la detención de
dos estudiantes portugueses por gritar la palabra “libertad” (en aquella época,
en Portugal, había una dictadura). Peter Benenson empezó a pensar en cuántas
personas estarían en la cárcel por motivos políticos, de opinión o religiosos.
Escribió una carta al periódico sobre este hecho y lanzó un llamamiento público
para que la gente de todo el mundo presionara a los gobiernos que
encarcelaban a su ciudadanía por estos motivos. Así nació Amnistía
Internacional, una ONG dedicada a la denuncia de la violación de los derechos
humanos.
En
estos momentos, Amnistía Internacional está practicamente en todos los países
del mundo y 3 millones de personas forman parte de su organización.
Con
el paso de los años, Amnistía Internacional ha visto que la violación de los
derechos humanos también se produce por no tener derecho a la educación, la
salud, a una vivienda… muchas cosas que solo por ser seres humanos tendríamos
que tener.
Amnistía
Internacional quiere que no se olvide la situación que viven muchas mujeres en
el mundo, donde sus derechos son violados por el hecho de ser mujer.
En
1908, la mujer se empezó a incorporar masivamente al mercado laboral, sobre
todo, en las fábricas. Entonces las jornadas laborales eran de 12 horas, o más,
y cobraban mucho menos que los hombres por realizar el mismo trabajo. Las
mujeres se empezaron a asociar para reivindicar sus derechos. El 8 de marzo de
1908, unas mujeres que trabajaban en una empresa textil, en Nueva York (Estados
Unidos), se encerraron en la fábrica para reivindicar una jornada laboral de 10
horas. El dueño de la empresa, con el fin de que salieran, incendió la fábrica.
Murieron 128 mujeres.
En
1975, la ONU declaró el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
El
8 de marzo es un día de reflexión para ver cómo están las mujeres tanto
laboralmente como en la esfera personal. Laboralmente la mujer ha accedido a
puestos de trabajo ocupados por hombres (por ejemplo, la mina), ha salido a la
esfera pública. Las mujeres empiezan a dar su visión de la sociedad, y la
sociedad empieza a darse cuenta de las necesidades que tienen las mujeres. Una
sociedad avanzada no puede dejar a un lado a la mitad de esa sociedad: las
mujeres.
Todavía
quedan muchísimos retos:
- - Hoy en día, las mujeres siguen cobrando menos que los
hombres, y se encuentran con el "techo de cristal" (mujeres con la misma preparación que los hombres que no
acceden a cargos directivos).
- - Se debe conseguir una plena coeducación.
- - Se deben erradicar prácticas discriminatorias.
- En general, se debe sensibilizar a la sociedad para que
acepte, sin reservas, que tanto hombres como mujeres pueden acceder a los
mismos lugares, con las mismas responsabilidades y con los mismos derechos, con
el fin de conseguir una sociedad paritaria en todos los ámbitos de la vida
profesional y personal.
¿Qué
sucede en la esfera personal? Veámoslo con cinco ejemplo de mujeres que viven
en cinco países distintos:
- Marruecos. Amina, una niña de 16 años, se suicidó tras verse
obligada a casarse con el hombre que la había violado, para restablecer el
honor de la familia y, de esta manera, que no se castigara al violador con la
cárcel. Amina fue dos veces víctima: de una violación, y de un sistema penal
que la obligaba a casarse con su violador. Se suicidó. Esto ocurrió en 2012.
Hace dos meses, y debido a la presión internacional,
Marruecos ha abolido este hecho del Código Penal. Pero en Argelia o en Túnez
sigue en vigor.
- Burkina Faso. Está prohibido hablar de sexo. Una niña de 13
años no sabía que mantener relaciones sexuales podría dejarla embarazada, como
así fue. Después de dar a luz, su familia la echó de su casa, tanto a ella como
al hijo que tuvo.
- El Salvador. En este país el aborto es totalmente ilegal,
con la connotación de que en El Salvador la violencia de género es algo
generalizado.
- Irlanda. Si una mujer o una niña quiere abortar porque ha
sido violada se la condena a 14 años de prisión. Solamente se permite el aborto
en caso de peligro para la vida de la madre.
- Nepal. Medio millón de mujeres padecen caída de útero
porque, desde que son niñas, se quedan embarazadas. En ese país, lo normal son
los matrimonios de conveniencia: se obliga a las niñas a contraer matrimonio
con hombres de mayor edad que ellas. Con muy pocos años, se les cae el útero
porque tienen muchos hijos y, además, están obligadas a seguir trabajando en
cuanto acaban de parir.
La charla se
complementó con el documental La maleta
de Marta, en el que se trata el tema de la violencia de género. Este es un tráiler del mismo.
Elena Vázquez Martínez,
profesora de Lengua castellana y Literatura.
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